El domingo 23 de Octubre 2011 despedimos con una Eucaristía a nuestra querida Parroquia de la Resurrección (Seminario Diocesano) en Donostia presidida por Txolis, Ketxus y el Vicario general Joseba González Zugazti; en ella, después de mucho tiempo por fin pudimos estar el grupo Egunsentia al completo para animarla con nuestros cantos, seguida de una deliciosa comida y de una divertida sobremesa amenizada por el “Mago X” y por la música de baile con Agus y Virginia.
La Parroquia cierra sus puertas después de 34 años. Tras ellas descansarán montones de recuerdos y vivencias de todos los grupos que en ella han colaborado y trabajado.
Para nosotros, Egunsentia, han sido muchos los estupendos recuerdos y momentos vividos allí.
Recuerdos de nuestros comienzos como grupo de música cristiana, de nuestras ilusiones y proyectos, recuerdos de todos aquellos que formaron parte de Egunsentia y que formaron parte de nuestro proyecto y de nuestras vidas.
Recuerdos de los Festivales de Villancicos, de los Certámenes de “Consuelo Martin de Música Cristiana”, de aquellas Misas de Navidad en el coro, de los viajes y los conciertos, de los miles de ensayos, de tantas y tantas Eucaristías compartidas, de reuniones de preparación para el Krisart, de nuestros momentos de oración y de las Eucaristías en el local, de aquellas celebraciones de cada uno de nuestros cumpleaños, recuerdos de las dolorosas despedidas compartidas por la perdida de nuestros seres queridos.
En fin chicos, cuántas cosas hemos vivido en nuestro local del Semi, que Txolis y Ketxus con la aprobación del Rector nos cedieron tan amablemente.
Ese local de Egunsentia que se impregnó de nuestros cantos, risas, bromas, lloros, discusiones, reconciliaciones, oraciones, creaciones y del que seguro que cada uno de nosotros llevaremos un pedacito en nuestro corazón para siempre.
Es triste decir adiós y pasar página, pero todo lo vivido en nuestra Parroquia de la Resurrección creo que nunca lo podremos olvidar porque forma parte de nuestras vidas, forma parte de lo que hoy somos cada uno de nosotros.